
Ayudé a planear la boda de mi hija, horneé el pastel y pagué el catering, pero el día de la boda descubrí que no estaba invitada
Dahlia se dedicó a la planificación de la boda de su hermano. Desde diseñar la invitación hasta contratar a los proveedores e incluso preparar el pastel perfecto. Pero el día del evento descubre una terrible traición: no fue invitada a la boda. MIentras se revelan secretos y se prueban las lealtades, Dahlia debe pensar si algunas traiciones merecen ser perdonadas... o si merecen la venganza.
No suelo guardar rencor. No soy ese tipo de persona.
Pero lo que sí puedo asegurar es que jamás podré persdonar a Claire por lo que me hizo.

Una mujer disgustada | Fuente: Midjourney
Cuando Liam, mi hermano, se comprometió, me causó mucha alegría por él. Por supuesto, Claire no me caía muy bien que se diga. Era un poco desagradable, lograba hacer que todas las conversaciones parecieran una competencia, aunque lo hacía de manera sutíl.
Lo que sí parecía era que de verdad quería a mi hermano. ¿Y Liam? La adoraba.

Un hombre con una caja de anillos | Fuente: Midjourney
Por eso, cuando Claire me suplicó que le ayudara a organizar la boda de ambos, le dije que sí. Pero acepté por Liam.
Ayudé con el diseño de las invitaciones. Contraté a los proveedores. Organicé el lugar donde se haría la celebración. Incluso me encargué del catering y el pastel de boda.
Pasé semanas dedicándome en cuerpo y alma en su boda. Y no sabía lo que Claire estaba planeando sinmi conocimiento.
Golpeé escritorio con el bolígrafo y observé los bocetos que tenía delante. Páginas llenas de harina con diseños delicados, hileras de fondant liso, flores de azúcar en cascada e intrincados detalles de manga pastelera.

Bocetos de pasteles de boda | Fuente: Midjourney
El Pastel de boda tenía que ser perfecto.
Analicé las ideas, frunciendo el ceño.
¿Vainilla clásica? Demasiado simple.
¿Terciopelo rojo? Claire la detestaba.

Una muestra de pasteles de boda | Fuente: Midjourney
Rayé por encima de la página antes de garabatear la única opción que me parecía adecuada.
Torta de chocolate y mantequilla de maní. No pude evitar sonreir. Liam la adoraba.
Todavía podía recordar nuestra infancia, sentados en el suelo de la cocina, con las piernas cruzadas mientras nos comíamos el glaseado de chocolate de las varillas. Nuestra madre preparaba ponquecitos de chocolate y mantequilla de maní cada vez que Liam tenía un evento importante.

Magdalenas en la encimera de una cocina | Fuente: Midjourney
Cumpleaños, partidos de fútbol, incluso cuando le dieron un trofeo de participación en tercer grado. Solía meterse en la cocina y agarrar cucharadas extra de glaseado de mantequilla de maní directamente del bol.
"El mejor sabor del mundo", decía, chupándoselo con los dedos.

Un niño con una magdalena en la mano | Fuente: Midjourney
Suspiré y me recosté en la silla. Seguramente Claire querría algo de lujo y pretencioso. Algún pastel caro y moderno con rosas azucaradas o alguna técnica francesa extravagante que hubiera encontrado en Internet.
Pero si yo estaba poniendo todo mi corazón en este pastel, quería que Liam probara algo familiar. Algo que se sintiera como en su hogar.

Un pastel de boda elegante | Fuente: Midjourney
Apreté el bolígrafo contra el papel para escribir la elección final del sabor. Luego exhalé y estiré los dedos. Aún me dolían los dedos de la cocción de esta mañana.
Un recordatorio de lo lejos que había llegado. Un recordatorio de lo mucho que me había costado.

Una mujer sentada en su escritorio | Fuente: Midjourney
Mi pastelería era mi sueño. Todo mi mundo. Y durante un tiempo, pensé que mi matrimonio también lo había sido.
Tragué saliva y miré el montón de cartas sin abrir que estaba en la esquina de mi escritorio. Disculpas inútiles de mi exesposo, las últimas facturas del abogado del divorcio y, no podía faltar, el inventario de todos mis bienes.
Había amado a mi esposo. De corazón. Y durante un tiempo pensé que él también me había amado.

El exterior de una panadería | Fuente: Midjourney
Pero al final, él sólo había amado lo que yo había construido. El negocio exitoso. El prestigio de estar casada con una pastelera reconocida cuyos pasteles aparecían en las revistas.
No me había amadio por mí.
¿Y el día que por fin me di cuenta? Me destrozó. Y sentí que tenía que dejarlo. O eso o ser su banco privado.
Cerré los ojos con fuerza, inhalando lenta y profundamente.

Una mujer disgustada | Fuente: Midjourney
Ahora no, Dahlia. Ahora es el momento de Liam.
Cuadré los hombros y volví a tomar el bolígrafo.
Debes concentrarte.
Porque, a pesar de las circunstancias, Liam se merecía un pastel de boda perfecto. Aunque yo ya no creyera en los finales felices.

Una mujer sentada en su escritorio | Fuente: Midjourney
La mañana de la boda, estaba en la cocina del salón de fiestas, colocando cuidadosamente los últimos detalles en el pastel.
Los invitados iban llegando y las risas se extendían por el enorme salón. Se me arrugó el corazón al saber que había contribuido en la organización del evento.
Entonces irrumpió mi madre, con cara de pocos amigos.
"Hija...", vaciló, con las manos agarrando la encimera de la cocina. "No estás en la lista de invitados".

Una mujer disgustada de pie en una cocina | Fuente: Midjourney
Solté una carcajada ahogada.
"¿Qué? Eso no puede ser. Estoy cargando entre mis manos su pastel de bodas".
El rostro de mamá permaneció serio.
"La mamá de Claire está revisando la lista de invitados. Dice que no estás invitada. Y no te dejará entrar".

Una mujer disgustada de pie en una cocina | Fuente: Midjourney
Se me revolvió el estómago.
Dejé la manga pastelera en el suelo, con las manos repentinamente inestables.
"¿Dijo por qué? ¿A qué te refieres?".
Mamá apretó la mandíbula.
"No quiere dar explicaciones".

Una persona sujetando una manga pastelera | Fuente: Midjourney
Un zumbido me llenó los oídos. Había pasado meses ayudando a Claire a planificar su boda. Muchos meses. ¿Y ni siquiera tuvo el decoro de decírmelo a mi cara?
Mamá estaba furiosa. Salió hecha una furia en busca de Liam sin decir una palabra más.
¿Y yo?
Me limpié las manos, me quité el delantal y me fui por la salida lateral.
Destrozada.

La vista trasera de una mujer | Fuente: Midjourney
Mamá sorprendió a Liam justo antes de la ceremonia. Se estaba poniendo la corbata, sonriendo, sin idea de lo que estaba pasando.
"Liam", le espetó. "¿Sabes que Claire no invitó a tu hermana?".
Él se quedó paralizado. Su sonrisa se esfumó.

Una mujer disgustada en el lugar de una boda | Fuente: Midjourney
"Espera. ¿Qué? ¿Por qué?".
"No quiere dar explicaciones. Pero se está asegurando de que Dahlia no pueda entrar. ¿Cómo puedes permitirlo? Es tu hermana".
El rostro de Liam se endureció. De inmediato se dio la vuelta y fue directamente hacia Claire.

Vista lateral de un novio | Fuente: Midjourney
Ella estaba con sus damas de honor, disfrutando de sus cumplidos y resplandeciente con su vestido bordado.
Apenas levantó la mirada cuando Liam se acercó.
"Claire", dijo Liam, con voz severa. "¿De verdad no invitaste a mi hermana?".

Una novia sonriente | Fuente: Midjourney
Claire suspiró, poniendo los ojos en blanco.
"Ugh, mi cielo. No en este momento, por favor", dijo. "¿Podemos no hablar de esto el día de nuestra boda?".
Liam se quedó inmóvil.
"Me respondes ahora".
Ella resopló, claramente enojada.
"Mira, nos ha ayudado. ¿Y qué importa? Fue su regalo para nosotros. Y, honestamente, también es su trabajo".

Un novio pensativo | Fuente: Midjourney
Liam la miró incrédulo.
"Ella pagó toda la comida, Claire. ¡Pasó días haciendo el pastel! Y tú... ¿Hiciste como si no existiera?".
Claire soltó un suspiro dramático.
"Bien. ¿Quieres saber por qué? No quería divorciados en nuestra boda. Es mala vibra, especialmente para la novia. ¡No quiero que eso pase en nuestro matrimonio! No invité a muchos de mis amigos y primos".

Un primer plano de una novia | Fuente: Midjourney
Liam apretó los dientes.
"¿No invitaste a mi hermana porque está divorciada?".
Claire se encogió de hombros.
"Mira... No es mi culpa que ella no pudiera hacer que funcionara. ¿Por qué tener ese tipo de vibra en nuestra boda? Y no te enojes conmigo por tratar de ser feliz. ¡Soy supersticiosa, Liam! ¿No lo sabías?".
Liam se llevó las manos a los costados, con todo el cuerpo rígido por la furia.

Un novio molesto | Fuente: Midjourney
"Los matrimonios no fracasan por las 'malas vibras', Claire. Fracasan por comportamientos egoístas y crueles. Como éste".
La expresión de suficiencia de Claire vaciló.
"Liam, no te pongas dramático. ¿En serio estás montando una escena por esto? Tienes suerte de que la haya dejado ayudar. Le hice un favor".
Liam la miró fijamente durante un largo y frío instante.

Un primer plano de un novio | Fuente: Midjourney
"¿Sabes qué? Tienes razón", dijo con calma. "Yo tampoco quiero mala energía en mi boda".
Claire frunció el ceño.
"¿Así que entiendes lo que quiero decir?", preguntó.
"No, no lo entiendo", dijo él. "En realidad, terminé. Totalmente".
Liam ya no escuchaba. Se dio la vuelta y fue directamente a la mesa del catering.
Los gritos ahogados llenaron la sala cuando Liam cogió el pastel, pero nadie se atrevió a detenerlo.

Pastel de boda | Fuente: Midjourney
Yo ya estaba en casa, acurrucada en el sofá en silencio, cuando el timbre de la puerta sonó.
La abrí y vi a Liam ahí parado, todavía con su traje, sosteniendo el pastel de bodas. Durante un segundo, ninguno dijo nada. Su cara era una mezcla de agotamiento y algo más pesado.
"Lamento que hayas desperdiciado tu tiempo y tu dinero en esa boda", dijo, con voz áspera. "Haré que te lo pague. Pero más que eso...".

Una mujer de pie en la puerta de su casa | Fuente: Midjourney
Mi hermano soltó un suspiro, sacudiendo la cabeza.
"Gracias. Porque sin ti, es probable que nunca hubiera visto el verdadero rostro de Claire".
Se me hizo un nudo en la garganta.
Liam siempre había sido mi hermano mayor. El que siempre me cuidaba. Y hoy, cuando realmente importaba... me eligió a mí.

Un hombre de pie en un porche | Fuente: Midjourney
Me aparté de la puerta y él entró, dejando el pastel sobre mi mesa.
Durante un largo rato, nos quedamos mirándolo. Entonces Liam soltó una carcajada ahogada.
"Sabes, no he comido en todo el día".
Agarré dos tenedores.
"Pues vamos a resolver eso".

Un cajón de cubiertos abierto | Fuente: Midjourney
Nos sentamos en el suelo, todavía con los trajes puestos, y nos comimos el pastel de bodas como un par de niños hambrientos de azúcar.
Liam dio un mordisco y se quedó inmóvil. Sus ojos se desviaron hacia los míos, y un sonido suave, casi quebrado, escapó de su garganta.
"Mantequilla de maní y chocolate", dijo.
"Sí", le dije sonriendo.
Se quedó mirando el tenedor, negando con la cabeza.

Un trozo de Pastel | Fuente: Midjourney
"Lo hiciste para mí", dijo.
"Claro que sí, Liam".
Liam apretó los labios y asintió. Se metió otro bocado, masticando lentamente, como si estuviera saboreando algo más que un pastel. Como si estuviera recordando su hogar.

Un primer plano de un hombre | Fuente: Midjourney
Un momento después, se aclaró la garganta.
"Sabes... si este era el pastel nupcial, eso significa que me llevé la mejor parte de hoy".
Parpadeé.
"Me alejé de alguien que no me respetaba. De un futuro que habría sido miserable".
Entonces me miró, con voz tranquila pero segura.
"Pero aún te tengo a ti".
"Siempre me tendrás", susurré.

Una mujer sentada en el suelo | Fuente: Midjourney
Estaba en mi oficina, pasando los dedos por el borde de un nuevo diseño de pastel, cuando oí un suave golpe en la puerta.
Por un segundo, pensé que lo había imaginado.
Luego, volvió a sonar. Tentativo. Vacilante.
Exhalé, ya cansada.

Una mujer sentada en su escritorio | Fuente: Midjourney
"Entre", dije.
La puerta crujió al abrirse y allí estaba ella.
Claire.
Parecía... diferente. No estaba pulida. Ni engreída. Sólo pálida, inquieta y con una tristeza que le pesaba sobre los hombros.
No me levanté. Ni le ofrecí sentarse.

Una mujer de pie en una puerta | Fuente: Midjourney
Me crucé de brazos y esperé.
"Hola".
"¿Estás perdida?", dije, levantando una ceja.
Ella se estremeció pero asintió, como si se lo mereciera.
"No. Yo... quería hablar contigo".
Incliné la cabeza, mirándola con cautela.

Una mujer disgustada | Fuente: Midjourney
"No me puedo imaginar para qué".
Claire tragó saliva y se miró las manos.
"Liam no me habla. No quiere verme... Él...", se le cortó la voz y, durante un momento, vi arrepentimiento en su mirada.
Pero no me sentí conmovida.
Tomó aire y volvió a intentarlo.

Un hombre sentado en un sofá | Fuente: Midjourney
"Lo estropeé todo. Yo...", exhaló con fuerza. "Me porté terrible contigo, Dahlia. Fui cruel y egoísta, y...".
Se retorció los dedos.
"Nunca quise que las cosas se tornaran así".
Me reí en voz baja, y sin gracia.
"¿En serio? Porque parecía que lo hacías con toda la intención".

Una mujer ceñuda | Fuente: Midjourney
Claire se estremeció.
"Pensé...", vaciló. "Creía que podía controlarlo todo. Que si me esforzaba lo suficiente, conseguiría mi día perfecto. ¿Y en vez de eso? Lo estropeé todo".
Me quedé callada.
Entonces me miró con los ojos llenos de inseguridad.
"Sé que no merezco que me perdones. Pero quería...".
"Detente", mi voz era plana. "No puedes querer nada de mí, Claire".

Una mujer disgustada | Fuente: Midjourney
Tragó saliva con fuerza.
Me levanté. "Me usaste. Me mentiste. Ahora, vete de aquí".
Dudó. Luego asintió una vez y se volvió hacia la puerta.
Se detuvo con la mano en el pomo.
"Lo lamento de verdad".
No respondí. Y un momento después, se había marchado.

Una mujer sonriente | Fuente: Midjourney