
El futbolista que a los 5 años era un pastor de cabras — La dura historia de vida de Luka Modrić
Del miedo y la guerra a la cima del fútbol: la historia del niño que cuidaba cabras y terminó levantando el Balón de Oro
Entre las montañas de Croacia, un niño de apenas cinco años pasaba los días cuidando cabras y soñando con una pelota. No imaginaba que, años más tarde, su nombre sería sinónimo de resiliencia, talento y humildad. Luka Modrić, hoy leyenda del fútbol y símbolo de una generación, nació en medio del caos, sobrevivió a la guerra y convirtió el dolor en fuerza.
Su historia no es solo la de un deportista que alcanzó la gloria, sino la de un niño que perdió todo y que, con unas espinilleras de madera, comenzó a construir un sueño.

Comentario de un usuario tras conocer la historia de vida de Luka Modrić | Fuente: Instagram/badabun
Aquí repasaremos su infancia como refugiado, los años en los que fue rechazado por su físico, el papel que tuvo su familia y los entrenadores que creyeron en él, y cómo el pequeño pastor croata se transformó en uno de los mejores futbolistas del mundo.
La vida de Luka Modrić demuestra que las grandes victorias no comienzan en estadios, sino en lugares donde la esperanza parece imposible: los refugios, los campos bombardeados y las montañas donde un niño jugaba al fútbol para no rendirse.

Luka Modrić de Croacia observa durante el partido de clasificación para la Copa Mundial de la FIFA 2026 entre Croacia y Gibraltar en el Estadio Varteks el 12 de octubre de 2025 en Varazdin, Croacia. | Fuente: Getty Images
Una infancia marcada por la guerra
Luka Modrić nació el 9 de septiembre de 1985 en Modrići, una aldea rural del municipio de Zaton Obrovački, en Croacia. Su infancia estuvo marcada por los años de guerra que siguieron a la disolución de Yugoslavia. Cuando tenía seis años, su familia debió huir tras el asesinato de su abuelo, también llamado Luka, quien cuidaba ovejas y cabras en las colinas del pueblo.
El propio futbolista contó años después: "Recuerdo que mi padre me pidió que lo besara cuando estaba en el ataúd. Lo que le pasó es parte de mis recuerdos y parte de la historia familiar. Tengo ese recuerdo de él, pero también de todo el tiempo que pasé con él. Dormía en su casa, jugaba con él, íbamos de caza, de todo. Pasé mucho tiempo con mi abuelo cuando mis padres trabajaban, y tengo muchísimos recuerdos maravillosos con él".
Tras la tragedia, los Modrić se refugiaron en Zadar, una ciudad costera donde vivieron durante años en el Hotel Kolovare, que había sido convertido en un centro de refugiados. Allí, sin casa ni pertenencias, Luka pasaba los días jugando con una pelota en el estacionamiento. En medio del ruido de las granadas y los aviones, encontró una manera de evadir el miedo.
En su autobiografía, recordó una tarea escolar que escribió a los 10 años. Le habían pedido que escribiera algo que los hubiera marcado: "Aunque soy todavía pequeño, he experimentado mucho miedo en mi vida".
"El miedo a los bombardeos es algo que poco a poco estoy dejando atrás. Los chetniks mataron a mi abuelo. Lo quería muchísimo. Todos lloraron… Solía preguntarme si las personas que hicieron esto y que nos obligaron a huir de casa pueden siquiera ser llamadas personas".
Décadas más tarde, el futbolista confesaría: "Se me llenaron los ojos de lágrimas cuando recordé esto. Fue hace mucho tiempo, y salió a la luz después del Mundial, cuando se contaban muchas historias. Casi lo había olvidado. No podía creer que apareciera. La profesora la había guardado; si no lo hubiera hecho, nadie la habría conocido, así que le estoy agradecido: fue bonito recordarlo, y describía bien mis sentimientos de entonces".
El niño que entrenaba con espinilleras de madera
En Zadar, Modrić conoció al hombre que cambiaría su vida: Tomislav Basic, su primer entrenador y figura clave en su desarrollo. Basic fue quien lo llevó al NK Zadar y lo animó a mejorar su técnica a pesar de su aspecto frágil. El pequeño Luka, de apenas ocho años, era flaco y bajo, y fue rechazado por varios clubes por su físico.
"Fui al Hadjuk Split a hacer una prueba de pequeño, sin que Basic lo supiera. Allí me dijeron que era temprano y tenía que volver. Y él al verme me dijo: 'Si no eres bueno para Hadjuk, no eres bueno para Zadar. Y no puedes entrenar con nosotros'. Estuve unas semanas así. Después de dos o tres meses le dijo a mi padre que podía volver", recordó Modrić.
En esa época, su familia vivía con lo justo, y el fútbol era su única distracción. Como no tenía equipamiento, usaba unas espinilleras de madera.
Refugiado, rechazado y perseverante
En su adolescencia, Modrić enfrentó más rechazos. Soñaba con jugar en el Hajduk Split, el club de sus ídolos, pero fue descartado por tener baja estatura y ser muy delgado. Sin embargo, su talento era evidente. Los entrenadores del NK Zadar siguieron apostando por él hasta que, a los 16 años, el Dinamo Zagreb lo fichó.
Su camino hacia el éxito no fue inmediato. El club lo envió a préstamo al Zrinjski Mostar, en Bosnia, donde debutó en primera división a los 17 años. Allí aprendió a soportar un fútbol duro y exigente.
A los 19, finalmente debutó en el Dinamo Zagreb. Ganó títulos nacionales, fue elegido mejor jugador del país y comenzó su ascenso internacional. En 2008, el Tottenham lo fichó por 20 millones de euros, y cuatro años más tarde, el Real Madrid lo incorporó a su plantilla por 30 millones.

Luka Modrić de Croacia durante el calentamiento del partido de clasificación para el Mundial entre Croacia y Gibraltar en el estadio Andelko Herjavec el 12 de octubre de 2025 en Varazdin, Croacia. | Fuente: Getty Images
Desde entonces, Modrić ha ganado todo: Champions League, Ligas, Mundiales de Clubes y, sobre todo, el Balón de Oro en 2018, rompiendo el dominio de Messi y Cristiano Ronaldo. En 2025 fichó con el AC Milán. Luka Modrić lucirá la camiseta número 14 en los rossoneri.
Un corazón que no olvida
Aunque rara vez habla de su pasado, Modrić ha reconocido que las experiencias de su infancia lo marcaron profundamente. "Estas cosas pueden hacerte más fuerte o pueden destruirte. Yo elegí lo primero; elegí hacerme más fuerte, formar mi carácter", declaró.

Luka Modrić de Croacia durante el partido de clasificación para el Mundial entre Croacia y Gibraltar en el estadio Andelko Herjavec el 12 de octubre de 2025 en Varazdin, Croacia. | Fuente: Getty Images
"Había mucho miedo a mi alrededor, pero tienes que sobrellevarlo. Lo que pasó me hizo más fuerte. Puedo decir que soy duro. Cuando has pasado por lo que yo pasé, es mucho más fácil aceptar lo que venga después en tu vida", recordó.
Hoy, a los 40 años, sigue siendo una figura admirada por su humildad y liderazgo. "Tuve un camino difícil en la vida, pero lo importante es no ceder. Hubo obstáculos, hubo altibajos, pero siempre tienes que creer en ti mismo", dijo al recibir el Balón de Oro en 2018.

Luka Modrić en su infancia rural. | Foto: Facebook.com/fifaworldcup
Reacciones de los usuarios
Una publicación en Instagram que recordó su historia de vida generó miles de reacciones. Los usuarios destacaron la fuerza, la fe y la humildad del futbolista.
"Pero se volvió uno de los mejores futbolistas de su país, eso es orgullo de una nación", comentó un usuario. "Una hermosa y bella historia. A pesar de tanta tragedia hubo un final feliz, una fortaleza inquebrantable y fe en Dios", expresó otra persona.

Luka Modrić en su infancia rural. | Foto: Facebook.com/fifaworldcup
"Es tan importante conocer las historias de grandes deportistas, ya que así nos damos cuenta de su calidad de persona y humildad que lo caracteriza 😢[sic]", fue otro de los comentarios.
Los mensajes reflejan la admiración y el respeto que despierta Modrić en todo el mundo. Muchos coincidieron en que su vida es un ejemplo de cómo el esfuerzo y la fe pueden convertir el dolor en esperanza.
Un mensaje que trasciende generaciones
La historia de Luka Modrić continúa inspirando a nuevas generaciones de futbolistas y soñadores. De un niño refugiado con espinilleras de madera al capitán de la selección croata, su camino demuestra que el talento solo florece cuando se acompaña de perseverancia.
Aquí un video en el que pueden verse imágenes de su dura infancia, junto con su relato, filmado en el marco de la FIFA World Cup 2022:
Otra historia marcada por la lucha y la tragedia es la del futbolista Robert Enke, un jugador que también enfrentó grandes desafíos y dejó una huella imborrable en el deporte. Puedes conocer más sobre su vida en este enlace.
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