
Mario Vargas Llosa: así fue su despedida íntima, sin homenajes oficiales
Un adiós sin estridencias para una de las figuras más influyentes de la literatura hispanoamericana: Mario Vargas Llosa fue cremado en Lima en una ceremonia privada, sin homenajes oficiales ni velatorios públicos, tal como él lo había dispuesto.
La noticia fue confirmada por sus hijos, quienes subrayaron que la despedida se llevaría a cabo en la más estricta intimidad. Lejos de los homenajes multitudinarios que suelen seguir a figuras de su talla, los actos fúnebres fueron reservados.
Las imágenes del cortejo fúnebre saliendo desde la casa de Vargas Llosa en el distrito de Barranco marcaron el cierre de una etapa. Poco después, los restos fueron entregados a sus tres hijos.

Escritor, periodista, ensayista y profesor universitario peruano Mario Vargas Llosa, Taormina, Italia, 27 de julio de 1990. | Fuente: Getty Images
El respeto a la voluntad del escritor se mantuvo también por parte del Gobierno, que decretó duelo nacional pero evitó cualquier ceremonia pública. La presidenta de Perú acudió en persona a ofrecer sus condolencias.
Una ceremonia privada y sin actos oficiales
Mario Vargas Llosa falleció en Lima el domingo 13 de abril de 2025, a los 89 años. Según confirmaron sus hijos, el escritor fue cremado en el Centro Funerario y Crematorio del Ejército de Chorrillos en una ceremonia íntima.
Los restos fueron entregados a Álvaro, Gonzalo y Morgana, sus hijos, tras el traslado desde su domicilio. Patricia Llosa, madre de los tres, aguardó fuera del recinto, acompañando discretamente la ceremonia.
“Hemos acordado tratar de llevar este duelo en la intimidad, por eso estamos velando a mi padre en casa, en lugar de hacerlo en un lugar público”, declaró Álvaro Vargas Llosa.

El escritor, periodista, ensayista y profesor universitario peruano Mario Vargas Llosa, Alba, Italia, 17 de junio de 1989. | Fuente: Getty Images
El Gobierno se ajustó al deseo de la familia
El primer ministro Gustavo Adrianzén declaró que la presidenta Dina Boluarte respetó la decisión de la familia y del propio autor. “Desde el Gobierno no hacemos sino respetar, primero, la que fue voluntad del propio Mario Vargas Llosa”, señaló.
No se celebraron homenajes de Estado. La única presencia institucional fue la de la presidenta y algunos ministros, quienes se acercaron a la residencia del escritor en Barranco para mostrar su respeto.
En la puerta del edificio, Álvaro Vargas Llosa recibió a Boluarte con un abrazo. No se ofrecieron discursos ni declaraciones oficiales, en cumplimiento de la privacidad que la familia había solicitado.
Mensajes de todo el mundo y una despedida discreta
Álvaro Vargas Llosa comunicó a la prensa que la familia ha recibido numerosos mensajes de afecto y condolencias provenientes de diversos países de América Latina, Estados Unidos, Asia y Europa.

Mario Vargas Llosa, el 30 de septiembre de 2021, en Sevilla. | Fuente: Getty Images
“No puedo mencionarlos a todos porque son demasiados”, añadió, y recalcó que estos gestos fueron muy valorados por su madre, Patricia Llosa, y sus hermanos. “Quisiera transmitir la enorme gratitud de toda mi familia”, dijo.
Vargas Llosa había regresado a vivir a Perú en 2022 tras años en Europa. En su edificio del distrito limeño de Barranco, vecinos y conocidos se acercaron en silencio a rendirle un último tributo.

El novelista peruano y Premio Nobel de Literatura 2010 Mario Vargas Llosa durante la presentación de su último libro ''Tiempos Recios'' en el centro cultural iberoamericano "Casa América" de Madrid el 8 de octubre de 2019. España. | Fuente: Getty Images
Un legado que se honra desde el recogimiento
La familia reiteró que no se realizarían más declaraciones ni actos públicos, en cumplimiento de los deseos del propio escritor. Álvaro Vargas Llosa explicó que no tenían previsto hacer nuevas intervenciones, como muestra de respeto hacia quienes enviaron sus mensajes de afecto.
La despedida del Nobel de Literatura se llevó a cabo conforme a su voluntad, marcada por la discreción y alejada de cualquier ceremonia oficial.

El escritor Mario Vargas Llosa asiste al "Nobel Prize Dialogue Madrid 2019: El futuro del envejecimiento", organizado por la Fundación Ramón Areces el 22 de mayo de 2019 en Madrid, España. | Fuente: Getty Images
Una despedida que prioriza el deseo personal
El caso de Mario Vargas Llosa demuestra que incluso los personajes más relevantes pueden optar por una despedida sin pompa. Su familia, respetando esa decisión, ha marcado el tono sobrio de su adiós.
La brevedad del acto fúnebre, la ausencia de homenajes y la cremación sin cámaras refuerzan el mensaje: el autor quiso que su última página se escribiera en la intimidad. Su legado, sin embargo, permanece abierto al público y a los lectores que lo acompañaron durante décadas.