
Bruno Vila: su historia antes, durante y después de “Reacción en cadena”
Un giro inesperado para un joven gallego: estudiante, concursante y ahora figura pública. Así es la transformación de alguien que no buscaba la fama, pero terminó convirtiéndose en rostro habitual de la televisión tras una experiencia que marcó su rutina y sus decisiones más allá del plató y del premio ganado.
Desde su ciudad natal, se trasladaba todos los días para estudiar en la universidad. Su vida era la de cualquier estudiante con ambiciones académicas, sin cámaras ni focos. Lo que empezó como una aventura televisiva se convirtió en un antes y un después.
Hoy, su nombre es conocido en muchos hogares españoles, pero pocos conocen su historia completa. Lo que ocurrió en ese plató cambió no solo su rutina, sino también su percepción del futuro.
Con una mezcla de disciplina, exposición mediática y un giro económico considerable, este joven ha sabido reconducir su camino sin dejar de lado sus objetivos. Pero... ¿cómo llegó hasta aquí y qué está haciendo ahora?
Bruno Vila antes de la fama: un estudiante aplicado en Vilagarcía
Bruno Vila nació el 7 de enero de 2001 en Vilagarcía de Arousa. Desde joven se caracterizó por ser disciplinado y constante en sus estudios. Ingresó en la Facultad de Derecho en Santiago, lo que implicaba un desplazamiento diario:
"Todos los días me levantaba temprano, cogía el tren y me iba a la universidad [...] Era una hora de ida y otra de vuelta, así que me daba bastante tute".
Ese esfuerzo académico no era nuevo para él. Desde la infancia había demostrado un alto rendimiento escolar y una orientación clara hacia la formación.
Por eso, cuando más adelante aceptó participar en programas de televisión, ya tenía la base de trabajo constante que requerían estos formatos.
El fenómeno de “Reacción en cadena”: 400 programas y 2,6 millones de euros
Bruno Vila formó parte del trío conocido como "Los Mozos de Arousa", junto a sus amigos Borjamina y Raúl.
Su paso por el concurso “Reacción en cadena”, emitido en Telecinco y presentado por Ion Aramendi, se convirtió en un fenómeno de audiencia. Durante más de un año, participaron en más de 400 emisiones del programa.
Su éxito no fue solo mediático. El trío ganó un total de 2.630.177 euros en premios. El concurso, que premia la complicidad y agilidad mental, catapultó la imagen pública de los tres concursantes, creando incluso clubes de fans en distintas regiones del país.
Aunque inicialmente no podían revelar detalles por contrato, en su primera entrevista tras finalizar el programa, Bruno y sus compañeros confirmaron que "poder podemos hablar, que tenga consecuencias es otro tema".
Ese contrato los mantuvo ligados a la cadena hasta el 25 de febrero de 2025, lo cual les impedía participar en otros espacios televisivos sin autorización expresa.
¿Qué hizo Bruno Vila con su parte del premio?
Tras impuestos, a cada integrante del equipo le quedó un monto neto aproximado de 464.665 euros. Aunque en un principio tenían planes variados para el dinero, como ayudar a sus familias, viajar o invertir en un local para su asociación, Bruno decidió usarlo para adquirir una vivienda.
"Es antigua, así que ahora me toca hacerle la reforma y para ello confío en una amiga de la familia, Mar Alonso, de Copatlife Vilagarcía. Estamos con los diseños, pero con muchas ganas ya de entrar en faena", explicó. Su objetivo es crear un espacio propio y funcional, con una renovación integral que se ajusta a su estilo de vida actual.
Además, mencionó que tener esa cantidad en su cuenta le aportaba algo más que beneficios materiales: "Me hace sentir más calma, sin angustia ni agobio de cara al futuro".
Nuevos hábitos, misma carrera: Bruno sigue con Derecho
Pese a su exposición televisiva, Bruno Vila no abandonó su formación. Actualmente continúa estudiando Derecho, aunque en modalidad online: "Ahora continúo estudiando Derecho, pero de forma online, era la única opción porque en septiembre, cuando comenzó el curso, todavía estábamos con el programa".
Ese cambio de modalidad le permite compaginar mejor sus compromisos públicos y proyectos personales. Además, ha participado en eventos y ha mantenido una presencia constante en redes sociales, sin descuidar su vida académica.
Sin embargo, Bruno y sus compañeros reconocieron que el premio económico no es suficiente para dejar de trabajar: "No te quita de trabajar ni mucho menos".
Una despedida mediática empañada por la polémica de las Campanadas
Uno de los momentos que generó más controversia fue el que involucró las Campanadas de fin de año. Según revelaron, Telecinco les había prometido que serían ellos quienes despedirían el año junto a Ion Aramendi, pero finalmente fueron sustituidos por Blanca Romero.
"Te haces unas ilusiones pero la tele es así", expresó Bruno sobre el tema. Borjamina también mostró su decepción: "Si tenemos apalabrado y firmado que el fin de fiesta de los Mozos va a ser las Campanadas [...] que de un día para otro nos llamaran diciendo que no íbamos a presentar las campanadas [...] me siento decepcionado con la cadena".
Pese a todo, Bruno no guarda rencor. Considera que su experiencia general fue positiva: "El final fue emotivo en el programa y fuera de él también porque cerramos la etapa en nuestra ciudad con nuestra gente dando las preuvas que hacemos en Vilagarcía desde el año 1998".
Bruno Vila en “Bailando con las estrellas”: una experiencia inesperada
Después de “Reacción en cadena”, Bruno participó en “Bailando con las estrellas”, conducido por Jesús Vázquez. Llegó hasta la final del programa gracias al apoyo masivo de sus seguidores, quienes incluso instalaban aplicaciones para poder votarlo cada semana.
"No me siento muy coordinado y me da cierto vértigo concursar en el programa, pero, precisamente por eso, lo considero un reto muy emocionante", confesó antes de comenzar su participación.
Añadió también: "Nunca he bailado, no es mi fuerte, pero me considero buen alumno en el sentido de que, para mí, mi compañera es como mi profesora y le hago mucho caso".
Su pareja en la vida real, Marta Blanco, también bailarina, lo ha acompañado en esta etapa, aunque no ha dado declaraciones extensas al respecto. "Nada más que decir", fue su único comentario citado.
Bruno descarta realities y cierra una etapa
Con los focos aún presentes, Bruno Vila ha optado por mantenerse alejado de otros formatos televisivos por ahora. "Yo por lo menos confirmo que no voy a ir a 'Supervivientes 2025'".
Esa decisión coincide con su actitud reservada ante el mundo del entretenimiento, prefiriendo proyectos que estén más alineados con su identidad y valores.
A través de su perfil de Instagram compartió una imagen junto a sus compañeros con el mensaje: "Cerrando etapas". Esa frase resume bien su situación actual: no reniega de la fama, pero tampoco la persigue activamente.
El equilibrio entre notoriedad y vida personal
Aunque su exposición en medios ha sido alta, Bruno Vila no ha explotado en exceso esa popularidad. Algunas marcas se han interesado en colaborar con él, pero prefiere hacerlo a nivel local:
"Si es colaborar con alguna marca local es más fácil que diga que sí porque forma parte de los valores que he transmitido, impulsar la cultura y la economía local".
Su historia refleja la de alguien que ha sabido mantener el equilibrio entre sus raíces y las oportunidades que se le han presentado.
Desde una rutina universitaria exigente hasta el plató de dos grandes programas de televisión, Bruno ha logrado navegar este cambio sin perder su enfoque.
Más que fama, una experiencia transformadora
La historia de Bruno Vila no es solo la de un concursante afortunado. Es la de un joven que decidió enfrentarse a sus miedos, salir de su zona de confort y vivir nuevas experiencias sin abandonar sus principios.
Aunque sigue con sus estudios y mantiene una vida relativamente discreta, ha dejado una huella clara en quienes lo siguieron durante más de 400 programas.
El recorrido de Bruno muestra cómo la televisión puede ser un trampolín, pero también una lección de equilibrio, paciencia y adaptación. Lejos de dejarse llevar por la euforia del momento, ha optado por usar sus recursos para construir una base más sólida para su futuro.