
Una madre de ocho hijos con cáncer agresivo recibe una llamada que lo cambió todo – Su historia no deja a nadie indiferente
Una abnegada madre de ocho hijos se enfrentaba ya a la lucha de su vida cuando una llamada telefónica la detuvo en seco. En ese momento, el peso de su enfermedad adquirió una nueva y desgarradora forma, que ella no había visto venir.
Cuando Misty De La Cruz supo que padecía una forma agresiva de cáncer de mama, sus pensamientos se dirigieron inmediatamente a sus hijos. Como esposa, madre y abuela, sabía que la enfermedad no sólo la afectaría a ella. Afectaría a todos los miembros de su familia.

Misty De La Cruz con su familia | Fuente: GoFundMe/help-misty-keep-her-family-home
Cuando cumplió 43 años, la quimioterapia había hecho que caminar fuera un reto, cocinar casi imposible y el cuidado personal básico algo que no podía hacer sola. Lo que no esperaba era lo mucho que afectaría al más pequeño de sus hijos.
Se dio cuenta de ello en mayo de 2025, cuando una llamada del colegio de su hijo le reveló hasta qué punto su enfermedad había alterado su mundo cotidiano. Equilibrar el tratamiento, las responsabilidades domésticas y las secuelas emocionales se convirtió en una batalla a tiempo completo que De La Cruz decidió afrontar con franqueza, honestidad y una cámara en marcha. Su historia ha conmovido profundamente a millones de personas.

Misty De La Cruz | Fuente: GoFundMe/help-misty-keep-her-family-home
El diagnóstico que lo empezó todo
En septiembre de 2024, De La Cruz descubrió un bulto durante uno de sus autoexámenes rutinarios. No lo ignoró. Tras someterse a pruebas, recibió un diagnóstico que alteraría el curso de su vida: cáncer de mama triple negativo (CMTN) en estadio 3, una forma agresiva y difícil de tratar de la enfermedad.

Una mujer señala un lazo rosa prendido en el pecho, símbolo de la concienciación sobre el cáncer de mama | Fuente: Getty Images
El cáncer de mama triple negativo representa sólo el 15% de todos los casos de cáncer de mama. A diferencia de la mayoría de los tipos, carece de tres receptores clave que suelen impulsar el crecimiento tumoral: estrógeno, progesterona y receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano (HER2). Sin estos objetivos, las opciones de tratamiento se limitan, y el cáncer suele crecer y extenderse más rápidamente.

Representación visual de cómo se forman y propagan las células del cáncer de mama en el tejido mamario | Fuente: Getty Images
En muchos casos, el TNBC está relacionado con mutaciones hereditarias en el gen del cáncer de mama 1 (BRCA1) o en el gen del cáncer de mama 2 (BRCA2), mutaciones en las que De La Cruz dio positivo posteriormente. El primer signo de cáncer de mama suele ser un bulto o masa, que puede ser duro, indoloro y tener bordes irregulares. Pero no todos los signos son tan evidentes.

Ilustración médica que muestra carcinomas ductales invasivos e in situ. La imagen traza un zoom desde la glándula mamaria hasta el conducto galactóforo, resaltando la localización del tumor, la estructura glandular y los ganglios linfáticos axilares | Fuente: Getty Images
Según la Sociedad Americana del Cáncer, otros síntomas pueden ser hinchazón, hoyuelos en la piel, dolor, secreción del pezón o cambios en su aspecto. Para De La Cruz, el diagnóstico fue sólo el principio. A medida que se asentaba la realidad del tratamiento, también lo hacían los retos físicos y emocionales que vendrían después y la pesada responsabilidad de explicárselo todo a sus hijos.

Una mujer colocando las manos sobre el pecho, representando un concepto de concienciación sobre la salud mamaria | Fuente: Getty Images
La sinceridad de una madre y el miedo de un hijo
Poco después de recibir el diagnóstico, De La Cruz se sentó con sus hijos mayores para explicarles lo que estaba ocurriendo. No ocultó la verdad. Como madre de ocho hijos y abuela de dos, creía que era importante ser clara sobre el camino que tenía por delante.

Los nietos de Misty De La Cruz | Fuente: GoFundMe/help-misty-keep-her-family-home
Pero cuando se trataba de su hijo de 10 años, la conversación requería más tiempo y tenía más peso. Cuando por fin se sentó con él cara a cara, le explicó, en términos sencillos, qué era el cáncer y cómo podía afectar a su vida cotidiana. Su respuesta fue inmediata y desgarradora.
"Estaba llorando, y lo único que me preguntó fue si me iba a morir", recordó. "Intenté tranquilizarle diciéndole que los médicos iban a hacer todo lo posible para que eso no ocurriera. Pero, en última instancia, nadie promete nada, pero yo iba a luchar todo lo que pudiera".

Una mujer se agarra el pecho, lo que indica un repentino dolor torácico, un posible síntoma que requiere evaluación médica | Fuente: Getty Images
Aun así, podía ver el peaje que le estaba pasando. "No quita el miedo que hay en los ojos de un niño al ver cómo la persona que siempre ha sido la más fuerte de la casa se convierte en la más débil", dijo. Esa conciencia adquiriría un nuevo significado unos meses más tarde, cuando una llamada del colegio de su hijo pondría ese miedo en el punto de mira de la opinión pública.

Misty De La Cruz con su familia | Fuente: GoFundMe/help-misty-keep-her-family-home
La llamada que la destrozó
En mayo de 2025, De La Cruz recibió una llamada de la escuela primaria de su hijo. No se trataba de las notas ni de la asistencia. Era algo que había notado la enfermera del colegio. Por teléfono, la enfermera le explicó que su hijo se agotaba con frecuencia en clase y se sinceró con el personal sobre lo que le mantenía despierto por la noche.
"Les mencionó que su madre tiene cáncer", recordó De La Cruz en un vídeo de TikTok publicado el 16 de mayo, "y que le cuesta dormir, y que a veces tiene miedo de irse a dormir porque piensa que, mientras duerme, yo voy a morir".

Misty De La Cruz narra los detalles de la llamada, fechada el 16 de mayo de 2025 | Fuente: TikTok/@lifewithmisty8
En el vídeo, habló sin rodeos sobre el peso emocional de intentar mantener unida a su familia mientras soporta el tratamiento. "Cuando os lo digo, chicos, es tan duro como cuando intentas pasar y luchar contra algo así, y sigues intentando mantener una casa y mantener una familia, y trabajar", dijo.
"La gente no lo entiende desde fuera. Este proceso es mucho más que luchar contra el cáncer. Es mucho más de lo que la mayoría de la gente podría siquiera imaginar. Es el hecho de que nuestros hijos estén tan traumatizados", compartió. El pie de foto decía: "No es justo. Puedo soportar este sufrimiento, pero ver sufrir a mis bebés es horrible".

Misty De La Cruz expresa el peso emocional de vivir con cáncer de mama, del 16 de mayo de 2025 | Fuente: TikTok/@lifewithmisty8
La respuesta en Internet fue inmediata. Entre los comentarios de los seguidores figuraban : "Estoy destrozada por ti. ¡Lo siento muchísimo! 💕", "Esto me ha roto el corazón", "Esto es tan triste 😢😢😢", "Esto me ha roto el corazón ❤️🩹 es duro" y "Esto me ha hecho llorar. 😔 Te deseo lo mejor a ti y a tu familia".
En declaraciones a People, De La Cruz describió el impacto de la llamada. "Es una de esas llamadas que ningún padre quiere recibir", dijo. "La sensación es desgarradora. Es casi como si alguien te dejara sin aliento, y realmente no sabes cómo reaccionar ante ello. Lo único que podía hacer era llorar".

Captura de pantalla de Misty De La Cruz durante un sentido mensaje de vídeo en el que reflexiona sobre la realidad de su enfermedad, fechado el 16 de mayo de 2025 | Fuente: TikTok/@lifewithmisty8
Para De La Cruz, proteger a sus hijos del miedo no es el objetivo, sino prepararlos para lo que les espera. Cree que hay que ser directo, independientemente de lo difícil que sea el tema. Cuando su hijo volvió del colegio aquel día, se aseguró de que hablaran de lo ocurrido. Decidió seguir adelante con la terapia para él.
"Permito que mi hijo haga todas las preguntas que quiera, y las respondo con sinceridad", explicó. "Hemos hablado abiertamente de mis posibilidades de sobrevivir y de cómo va a cambiar nuestra vida".
La dura realidad del tratamiento
A medida que avanzaba el tratamiento, De La Cruz se enfrentaba a efectos secundarios cada vez más graves. La quimioterapia la dejó físicamente agotada, y a menudo le provocaba reacciones casi inmediatamente después de cada sesión. Mantenerse erguida incluso durante periodos breves se convirtió en un reto, y al final tuvo que utilizar un andador, algo que nunca imaginó necesitar a sus cuarenta y pocos años.
Los daños nerviosos de la neuropatía le provocaban un dolor intenso y persistente, y las inyecciones la dejaban con dolores óseos y musculares tan profundos que los movimientos básicos se hacían difíciles. Algunos días eran tan limitantes físicamente que necesitaba ayuda para las tareas más sencillas, incluido el baño.

Captura de pantalla de Misty De La Cruz durante un videomensaje de Tiktok, fechado el 8 de junio de 2025 | Fuente: TikTok/@lifewithmisty8
A pesar del agotamiento, De La Cruz intentaba mantener cierta sensación de normalidad para su familia. Una forma de hacerlo era aferrarse a una tradición muy apreciada: las cenas de los domingos. "Normalmente soy yo la que cocina, pero hemos tenido que improvisar", dijo.
Incapaz de estar de pie mucho tiempo, se apoyó en sus hijos para que la ayudaran a preparar las comidas, convirtiendo una necesidad en un pequeño momento de unión. Pero la enfermedad no sólo la mantuvo alejada de la cocina. También le impedía asistir a los actos escolares de sus hijos y cuidarlos cuando estaban enfermos.

Captura de pantalla de un vídeo de TikTok de Misty De La Cruz hablando en su Automóvil, fechado el 8 de junio de 2025 | Fuente: TikTok/@lifewithmisty8
Con un sistema inmunitario debilitado, incluso las enfermedades leves en el hogar se convirtieron en un grave riesgo. La incapacidad de criar a sus hijos como lo hacía antes tuvo un profundo impacto emocional. De La Cruz admitió sentirse abrumada por una mezcla de impotencia, culpa y aislamiento.
La tensión económica tras la lucha
Además de las exigencias físicas y emocionales del cáncer, De La Cruz se enfrentó a otra batalla que no había previsto. El coste económico de seguir viva empezó a aumentar rápidamente, y pronto amenazó la estabilidad de todo lo que había construido para su familia.

Misty De La Cruz posa con su marido, con fecha del 21 de marzo de 2025 | Fuente: TikTok/@lifewithmisty
Entre la quimioterapia, los medicamentos y la atención médica continua, De La Cruz tenía una deuda de unos 150.000 dólares. Y los gastos no iban a disminuir. Con cuatro operaciones más por delante, sabía que la presión financiera no haría más que intensificarse.
Para empeorar las cosas, la quimioterapia le había provocado fuertes vómitos que dañaron gravemente sus dientes, y como el seguro clasificó el tratamiento dental necesario como "cosmético", no cubriría los 45.000 a 65.000 dólares necesarios para reparar los daños.
Para mantener a su familia en su casa, lanzó una campaña de GoFundMe. "Imagina trabajar tan duro para construir una casa y acabar recibiendo un diagnóstico que podría hacerte perderlo todo", escribió. A finales de junio, se habían recaudado más de 65.000 dólares de un objetivo de 259.000 dólares.
De La Cruz dejó claro que sobrevivir al cáncer no garantiza la recuperación económica. "Mucha gente no comprende que el hecho de sobrevivir físicamente al cáncer no significa sobrevivir emocional, mental o económicamente", subrayó. A pesar de los retos, sigue centrándose en crear momentos de rutina y conexión.
Dejar de lado el orgullo y pedir ayuda
Durante gran parte de su vida, De La Cruz se enorgullecía de ser independiente. Había criado a ocho hijos, mantenido un hogar y trabajado duro para que todo funcionara. Pero el cáncer lo cambió todo. A medida que avanzaba su enfermedad, se vio obligada a enfrentarse a una verdad difícil: la supervivencia a veces exige renunciar al orgullo y aceptar ayuda.
Al principio no fue fácil. Confiar en los demás, ya fuera para llevarla en coche, comerla o cuidarla físicamente, le parecía antinatural. Pero con el tiempo, llegó a considerar que pedir ayuda no era una debilidad, sino una parte esencial del viaje. "Sólo significa que eres humano, e incluso los humanos más fuertes necesitan ayuda", dijo.
Esa mentalidad se extendió también a sus hijos. Se ha asegurado de que cada uno de ellos sepa que si alguna vez necesitan hablar con un terapeuta o consejero, ella se encargaría de ello sin dudarlo. Se ha dado cuenta de que el peso emocional de la enfermedad es algo que nadie, niño o adulto, debería tener que soportar solo.
De La Cruz también comprende que el duelo no se limita a la muerte. "Cada persona vive el duelo de forma diferente", reflexionó. "Y esto es un proceso de duelo. No volverás a ser la persona que eras antes del cáncer". En su casa, anima a expresarse abiertamente, ya sea con miedo, rabia o tristeza, como forma de afrontar los cambios que ninguno de ellos pidió.
Aunque antes era la roca de la familia, ahora se apoya en sus hijos, su marido y su amplia red de apoyo para superar cada día. En junio de 2025, De La Cruz compartió una breve actualización a través de su página de GoFundMe. Hasta el momento había sido sometida a dos operaciones, y sus hijos estaban empezando la terapia.
"No le desearía este dolor a nadie -escribió-, pero aceptaré cualquiera que sea el plan de Dios para mí. Que cada uno de vosotros sea bendecido con amor y Salud".
De La Cruz sigue luchando por su salud, su hogar y el bienestar emocional de su familia. Y, como ha aprendido, la curación no es un único momento de triunfo, sino un proceso continuo que exige paciencia, apoyo y valor cada día.
La información contenida en este artículo en moreliMedia.com no se desea ni sugiere que sea un sustituto de consejos, diagnósticos o tratamientos médicos profesionales. Todo el contenido, incluyendo texto, e imágenes contenidas en, o disponibles a través de este moreliMedia.com es para propósitos de información general exclusivamente. moreliMedia.com no asume la responsabilidad de ninguna acción que sea tomada como resultado de leer este artículo. Antes de proceder con cualquier tipo de tratamiento, por favor consulte a su proveedor de salud.