
Hombre murió salvando a su familia de las inundaciones en Texas Hill Country: sus últimas palabras
Una decisión que cambió el destino de una familia. En medio del agua, sus palabras quedaron grabadas para siempre: en Texas, un joven padre actuó sin dudar cuando todo se desmoronaba a su alrededor.
No hubo tiempo para pensar. La emergencia llegó sin avisar y, en minutos, la rutina fue reemplazada por una lucha por sobrevivir. En una pequeña comunidad de Texas, un hogar se convirtió en escenario de decisiones que marcaron el rumbo de una familia.
Entre voces que pedían ayuda y esfuerzos por proteger a los suyos, una frase se convirtió en despedida. No todos los protagonistas de esa mañana trágica lograron salir.

Árboles emergen de las aguas de la crecida a lo largo del río Guadalupe el 4 de julio de 2025 en Kerrville, Texas. | Fuente: Getty Images
Lo que uno de ellos hizo durante esos instantes ha sido descrito por quienes lo conocieron como un acto que nunca se olvidará. El agua ya ha bajado, pero lo que ocurrió sigue presente entre quienes lo vieron luchar.
Un hogar inundado en cuestión de minutos
Julian Ryan, de 27 años, se encontraba en su casa en Ingram, Texas, junto a su prometida Christinia Wilson, sus hijos y su madre.
La madrugada del viernes, las inundaciones del río Guadalupe avanzaron con rapidez y fuerza inusitada. Según relató Wilson, en apenas 20 minutos el agua ya les llegaba a las rodillas dentro de la vivienda.
Intentaron contener la entrada de agua y llamaron al 911 para pedir ayuda. "Empezó a entrar a raudales y tuvimos que luchar contra la puerta para cerrarla y asegurarnos de que no entrara demasiada agua. Volvimos a la habitación y empezamos a llamar al 911", dijo Wilson.
La situación exigía actuar de inmediato, y Julian tomó la decisión de intentar sacar a su familia por la ventana.
La acción que lo convirtió en héroe
Wilson contó que su prometido rompió una ventana con el brazo para intentar poner a salvo a su familia. En el intento, se lastimó gravemente y se dañó una arteria, lo que complicó aún más la situación.
Pese a las llamadas insistentes al 911, nadie pudo llegar a tiempo para auxiliarlo. A las seis de la mañana, Julian pronunció sus últimas palabras: "Lo siento, no voy a sobrevivir. Lo amo a todos", dijo mirando a su prometida, a sus hijos y a su madre.
Su cuerpo fue recuperado horas después, cuando el nivel del agua bajó. Desde entonces, su familia lo recuerda como alguien que actuó con valor hasta el último momento.
Reacciones de los más cercanos
La hermana de Julian, Connie Salas, fue clara al describir su impresión: "Murió como un héroe, y eso nunca pasará desapercibido".
Su mejor amigo, Kris Roberts, también lo definió con contundencia: "Es la persona más amable que he conocido en mi vida y lo querré para siempre, pase lo que pase". Ambos coincidieron en que Julian actuó con valentía y entrega en sus últimos minutos de vida.
Christinia Wilson, aún afectada por lo vivido, también ha expresado su convicción de que la tragedia pudo haberse evitado. Ella y otros miembros de la familia creen que la implementación de sirenas de alerta temprana podría haber dado tiempo suficiente para evacuar.
"Todo el mundo se habría preocupado: ¿qué es ese ruido?", dijo Wilson. "Nos habríamos marchado. Habríamos ido a cualquier otro sitio. Teníamos muchos lugares seguros".
Un desastre que afectó a muchas familias
La muerte de Julian Ryan no fue un caso aislado. Según se ha reportado, al menos 81 personas fallecieron y 41 están desaparecidas como consecuencia de las inundaciones en Texas.
El condado de Kerr, donde ocurrieron los hechos, fue una de las zonas más afectadas por la emergencia. Campamentos de verano, viviendas y carreteras fueron arrasadas por el aumento súbito del nivel del río Guadalupe.
En Camp Mystic, por ejemplo, varias niñas y el director del campamento perdieron la vida, según fuentes oficiales. El río se elevó ocho metros en apenas 45 minutos, sorprendiendo a residentes y visitantes en plena madrugada.

Una foto muestra las inundaciones causadas por una riada repentina en el río Guadalupe, en Kerrville, Texas, el 5 de julio de 2025. | Fuente: Getty Images
Condiciones extremas para los rescatistas
La magnitud de los daños obligó a desplegar una de las mayores operaciones de búsqueda y rescate en la historia reciente del estado.
Equipos se enfrentaron a condiciones complejas, incluidos escombros y fauna peligrosa, mientras buscaban a los desaparecidos. En algunos casos, se encontraron víctimas a más de 13 kilómetros río abajo del lugar donde fueron vistas por última vez.
Además de las labores oficiales, muchos ciudadanos se movilizaron por su cuenta para ayudar. Desde la entrega de comida hasta el ofrecimiento de ropa y refugio, el apoyo comunitario fue inmediato.

Los equipos de búsqueda y rescate excavan entre los escombros en busca de supervivientes o restos de personas arrastradas por las inundaciones repentinas en Camp Mystic el 6 de julio de 2025 en Hunt, Texas. | Fuente: Getty Images
Diversas familias, como la de Julian, recurrieron también a plataformas digitales para pedir ayuda con los gastos derivados de la tragedia.
Un llamado a la preparación y la prevención
La familia de Julian Ryan ha pedido que se tomen medidas para evitar que algo así vuelva a ocurrir. Para ellos, la instalación de sistemas de alerta adecuados podría marcar la diferencia en futuras emergencias.
Su testimonio se suma al de otras víctimas que buscan impulsar mejoras estructurales en las zonas de riesgo.

Los árboles emergen de las aguas de la inundación a lo largo del río Guadalupe el 4 de julio de 2025 en Kerrville, Texas. | Fuente: Getty Images
Mientras las autoridades continúan atendiendo los efectos de la catástrofe, casos como el de Julian muestran el impacto directo que una alerta temprana puede tener en la vida de las personas.
Su historia resalta no solo por lo que perdió, sino por lo que alcanzó a proteger. A través de sus acciones, dejó una huella que sus seres queridos no dejarán de recordar.